Problema 1

 Introducción:
El sistema de gobierno en la Argentina adopta la forma de una democracia representativa, republicana y federal (Constitución Nacional, Art. 1º). De esta manera el país está gobernado por un conjunto de personas que tienen la facultad de representar y decidir por el pueblo, las cuáles fueron elegidas por este.
Con este sistema solo deberíamos informar a nuestros representantes sobre los problemas que nos preocupan, como el de la corrupción, y reclamarles que tomen medidas necesarias para controlarlos.

Existen dos posibilidades de representación :


  • Mandato imperativo: “los representantes son delegados, simple portavoces de los puntos de vista de los electores, deben cambiar de opinión cuando ellos la cambien y se les puede revocar la representación en cualquier momento”.
  • Mandato libre: “una vez elegidos, los representantes tienen el poder de actuar con libertad y siguiendo su criterio en nombre y por cuenta de los representados durante el tiempo que dura su mandato”.
De acuerdo al tipo de mandato que se elija será la relación del pueblo con sus representantes; en el mandato libre, caso de Argentina, la relación es menos estrecha que en el mandato imperativo, ocasionando esto un cierto estado de desinformación de los actos, hechos y decisiones que realizan los representantes del pueblo.



Problema:
¿La corrupción interfiere la relación con nuestros representantes?



Hipótesis:

a) Sí, la relación de un ciudadano con sus representantes se encuentra irrumpida cuando este último acepta un soborno para hacer o dejar de hacer algo, ya que reemplaza el interés público por su interés personal, ocasionando de esta manera una desconfianza de parte de la sociedad hacia sus representantes, deslegitimando por consiguiente el sistema de representación.

b) No, no tiene nada que ver. No se puede justificar la relación con nuestros representantes con la existencia de la corrupción.

c) Depende qué caso de corrupción se está hablando.


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